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Reciclaje de colchones: claves y para qué se pueden utilizar sus materiales cuando se desechan

“...el número de colchones que se desechan anualmente en el Viejo Continente es nada menos que 30 millones... ”

Según la revista alemana Recycling Magazine, si alineásemos, uno junto a otro, todos los colchones usados que terminan en Europa en incineradoras o vertederos al cabo de un año, podríamos recorrer con ellos la distancia que separa Toronto de París. Y es que el número de colchones que se desechan anualmente en el Viejo Continente es nada menos que 30 millones.

Al ser unos objetos voluminosos, muchas personas deciden abandonarlos directamente en la calle y evitar así una gestión que consideran que puede ser demasiado engorrosa. Craso error. Facilitar el proceso de reciclaje de colchones es mucho más sencillo de lo que parece, ofrece una nueva vida a los materiales que los componen y, sobre todo, favorece la oportunidad de mantener una economía sostenible y la lucha contra la descarbonización. Hoy los países europeos se encuentran a la vanguardia del reciclaje de colchones en el mundo. Pero para poder hacerlo es necesaria la colaboración activa de los ciudadanos.

Qué hacer cuando tu colchón llegue al final de su vida útil

La sostenibilidad es una responsabilidad de todos: de las instituciones públicas, de las empresas privadas y de los consumidores. Si estos últimos no favorecen que los productos de los que quieren deshacerse lleguen a los puntos indicados para que empresas o entidades públicas puedan seguir el proceso de reciclaje, cualquier iniciativa, por bienintencionada que sea, dejará de tener efecto positivo. Así que, una vez que decidas cambiar de colchón, ocúpate de que el antiguo pueda reciclarse. ¿Cómo? Puntos limpios de tu localidad Los ayuntamientos disponen de diferentes puntos limpios distribuidos por la ciudad. Se trata de espacios destinados a la recogida y almacenamiento temporal de residuos que, por sus características o volumen, no tienen cabida en los lugares tradicionales de reciclaje. Allí puedes trasladar tu colchón usado, teniendo la garantía de que será convenientemente tratado para que sus partes puedan ser reutilizadas sin que genere perjuicio alguno al medio ambiente. La Organización de Consumidores y Usuarios ha puesto en marcha un buscador en el que puedes encontrar el punto limpio más próximo a tu vivienda. Recogida a domicilio Algunos ayuntamientos cuentan con este servicio que facilita el reciclaje de tu colchón usado. Consulta qué días y horarios tienen establecidos para recoger tu colchón y deposítalo en el lugar que te indiquen, siempre en las inmediaciones de tu hogar. Donación Existen numerosas organizaciones benéficas que recogen tu colchón, siempre que esté en buen estado, para reutilizarlo o separar sus diferentes componentes y darles una nueva vida.

¿Qué se hace con los colchones cuando se reciclan?

La economía circular tiene la llave para poner en valor los diferentes componentes de los colchones ya usados y darles una nueva vida sin generar un impacto negativo en el planeta. Puede que te preguntes ¿qué es la economía circular? Se trata de un modelo que rechaza la fórmula tradicional de comprar un producto y desecharlo cuando perdemos el interés en él o consideramos que ha dejado de ser útil.

La clave de la economía circular es que se da una nueva vida a ese producto, reutilizándolo, reciclándolo para usar sus partes en la fabricación de nuevos productos, o arreglándolo y regenerándolo. Los beneficios para el medio ambiente son extraordinarios, pero también para el sistema económica global. Lo asegura la Comisión Europea que indica que la transición hacia la economía circular creará nuevos empleos sostenibles en el medio plazo y puede llegar a implicar un aumento del 3% del PIB en la Unión Europea para el año 2030.

Pero centrémonos en la parte práctica; específicamente, en los colchones. ¿Qué nuevos productos se pueden desarrollar a partir del reciclaje de tu colchón usado si seguimos el modelo de la economía circular?

  • Rellenos: La espuma de los colchones usados se tritura facilitando que se genere distintos rellenos para nuevos artículos: peluches, almohadas, cojines o aislamiento acústico, entre otros.
  • Fibras textiles. Los colchones cuentan con fibras que pueden ser utilizadas en la fabricación de alfombras, mantas u otros tejidos de la industria textil.
  • Productos de metal. Los muelles de los colchones viejos resultan muy valiosos. Pueden ser fundidos y convertirse en productos de metal necesarios para generar diferentes estructuras metálicas e, incluso, piezas para vehículos.
  • Tapicería. Las telas de los colchones también tienen la capacidad de alargar su vida útil, convirtiéndose en fundas para enseres del hogar, alfombras o trapos, entre otros.
  • Nuevos colchones a partir de reciclado químico de los usados. Es una de las principales tendencias en el medio plazo, en la que se está investigando y avanzando mucho en los últimos años. Tras separar los diferentes componentes de los colchones, se trata en una planta de reciclaje la espuma de poliuretano que forma parte principal de ellos. Una vez tratada se fabrican nuevos colchones y otro tipo de muebles como sofás, sillas o similares.

El reciclaje de colchones tiene un beneficio evidente y que debe comprometer a todos los actores de la sociedad: la reducción de la huella de carbono. Pero más allá de ello supone un beneficio económico sobresaliente en el medio y largo plazo que conviene tener muy en cuenta. Un simple gesto, llevar el colchón usado a un punto limpio o informarte de los momentos de la recogida a domicilio estará favoreciendo la economía de tu entorno y reduciendo significativamente el impacto sobre el planeta

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