Cuando se experimentan problemas de sueño, una meditación para dormir es un recurso de lo más útil, ya que a través de él conseguimos calmar la mente y preparar el cuerpo para que pueda disfrutar de un sueño totalmente reparador. Sigue leyendo si quieres aprender todos los pasos para llevarla a cabo.
¿Cómo hacer una meditación guiada para dormir?
Uno de los puntos más importantes de una meditación guiada, especialmente la que está enfocada en el sueño, es la preparación previa. Resulta clave encontrar un entorno cómodo y tranquilo en el que evitar distracciones. Y por supuesto, una posición cómoda en una cama y un colchón adecuado, marcan la diferencia. Es importante también eliminar las distracciones, apagar las luces, silenciar el móvil y en general crear un ambiente óptimo para el descanso.
A partir de aquí, empieza una de las fases más importantes, la del control de la respiración inicial. Lo más recomendable es comenzar con unas cuantas respiraciones profundas para calmar el sistema nervioso.
La constancia es otra de las claves para mejorar progresivamente en este tipo de meditaciones. Intenta dedicar tiempo al mindfulness a la misma hora cada noche para entrenar el cuerpo y mente asociando esta práctica con la hora de dormir.
Durante toda la práctica es esencial concentrarte en la respiración, notando cada inhalación y exhalación. Si la mente se distrae, devuelve la atención a la respiración sin agobiarte. Por último, intenta recorrer lentamente tu cuerpo de forma atenta, comenzando por los pies y subiendo hasta la cabeza, notando cualquier tensión y permitiendo que se disuelva.
Mindfulness para dormir ¿Qué es?
El mindfulness para dormir es una práctica en la que se trabaja la atención plena para ayudar a calmar la mente, reducir el estrés y asegurar un sueño reparador. El mindfulness ha ganado cada vez más fuerza porque nos obliga a estar presentes en el momento actual, observando los pensamientos, sensaciones y emociones sin intentar cambiarlos.
Su objetivo principal es el de desarrollar una conciencia relajada del cuerpo y mente justo antes de acostarnos. Con ello evitamos desarrollar pensamientos repetitivos y preocupaciones que puedan mantenernos despiertos y se promueve un estado de relajación propicio para conciliar el sueño.
Entre los principales beneficios del mindfulness para dormir se encuentran:
- La reducción del estrés y la ansiedad, lo que facilita un sueño más profundo y reparador.
- La mejora de la calidad del sueño. Al calmar la mente el mindfulness puede mejorar la calidad del sueño, permitiendo que nos despertemos más descansados.
- El aumento de la conciencia corporal. Ayuda a estar más en sintonía con las señales del cuerpo, como la fatiga y la relajación.
- La reducción del insomnio. Las personas que sufren de insomnio pueden encontrar en el mindfulness una herramienta útil para manejar esta condición, ya que enseña a relajarse y a aceptar el proceso de dormir sin la presión de “tener que” dormirse.
Meditación para dormir y descansar profundamente
Ahora que ya conoces en qué consiste y sus beneficios, te contamos el paso a paso para completar una meditación enfocada al sueño, con una estructura basada en:
- Introducción (unos 2-3 minutos): con una relajación inicial y notando las diferentes sensaciones que se producen en el cuerpo.
- Respiración consciente (unos 3-5 minutos): respira lenta y profundamente, notando cómo el aire entra y sale del cuerpo.
- Relajación progresiva: (unos 5-7 minutos): enfoca la atención en diferentes partes del cuerpo, comenzando desde los pies hasta la cabeza. Cuando te detengas en cada uno de esos músculos, relájate de forma consciente imaginando una sensación de calma continua.
- Visualización (unos 5-10 minutos): imagina un lugar seguro, tranquilo y relajante, como una playa, un bosque o un jardín. Y visualiza detalles de los mismos como sonidos, imágenes u olores.
- Inducción al sueño (unos 3-5 minutos): haz una cuenta regresiva mentalmente o incluso pronuncia afirmaciones relajantes como por ejemplo: “estoy en paz y listo para un sueño profundo”.