La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que entre un 20 y un 48% de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño. Y en este sentido, el insomnio es el trastorno de sueño más frecuente, seguido del síndrome de las piernas inquietas. Por eso desde Factory Colchón queremos ayudarte a descubrir los mejores trucos para dormir.
Causas comunes del insomnio
Los factores que llevan a sufrir insomnio pueden dividirse en factores psicológicos, físicos, ambientales y de estilo de vida. Algunos de los más frecuentes son:
1. Estrés y ansiedad: las preocupaciones sobre el trabajo, la familia o cualquier problema pueden hacer que sea difícil relajarse y conciliar el sueño.
2. Depresión y trastornos del estado de ánimo.
3.Dolor físico o enfermedades: dolencias crónicas, como la artritis, fibromialgia o enfermedades respiratorias.
4. Ambiente de sueño inadecuado: una cama incómoda, un colchón inapropiado, ruidos, temperaturas extremas o una luz demasiado intensa.
5. Hábitos irregulares de sueño: no seguir un horario regular para dormir, hacer siestas prolongadas o tener horarios de trabajo nocturnos.
6. Consumo de estimulantes y sustancias: el uso de cafeína, alcohol, nicotina o ciertas drogas.
7. Problemas respiratorios como apnea del sueño: esta condición causa pausas en la respiración durante la noche, lo que interrumpe el sueño y afecta la calidad del descanso.
8. Factores hormonales: cambios hormonales, como los relacionados con el embarazo, la menopausia o el ciclo menstrual.
9. Uso excesivo de dispositivos electrónicos: la exposición a la luz azul antes de dormir puede alterar la producción de melatonina y afectar el sueño.
Consejos para mejorar la calidad de sueño y combatir el insomnio
Las recomendaciones a seguir para mejorar la calidad del sueño son:
- Establece una rutina de sueño regular: intenta irte a dormir y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el ritmo circadiano.
- Crea un ambiente adecuado para dormir: asegúrate de que el dormitorio sea oscuro, tranquilo y fresco. Usa cortinas opacas, tapones para los oídos o una máquina de ruido blanco si es necesario.
- Limita el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
- Realiza una rutina relajante antes de dormir: leer, tomar un baño caliente, practicar meditación o los ejercicios de respiración profunda pueden ayudarte a relajar el cuerpo.
- Controla la exposición a la luz durante el día: la luz natural ayuda a mantener el ritmo circadiano. Pasa tiempo al aire libre durante el día y, si es posible, exponte a la luz natural por la mañana.
- Evita comidas pesadas, cafeína y alcohol en la noche: intenta comer al menos 2-3 horas antes de acostarte y limita el consumo de alcohol.
- Establece una buena rutina deportiva: eso sí, evita hacer ejercicio intenso justo antes de acostarte, ya que podría ser estimulante.
- Limita las siestas: si tienes insomnio, evita dormir durante el día o haz siestas cortas (menos de 20-30 minutos) para no interrumpir tu sueño nocturno.
- Utiliza la cama solo para dormir: no trabajes, veas la tele o comas en la cama para que tu mente asocie este espacio exclusivamente con el descanso.
- Consulta a un especialista si el insomnio persiste. A través de él, podrás valorar si en tu caso es necesario probar con algún tipo de terapia cognitivo-conductual para el insomnio.
Cómo crear un ambiente propicio para dormir
Crear un ambiente adecuado para dormir marca la diferencia en la calidad del sueño. Y podrás conseguirlo a través de:
1. El control de la luz: mantén la habitación lo más oscura posible con cortinas opacas para bloquear la luz exterior.
2. La regulación de la temperatura: La temperatura ideal para dormir suele estar entre los 15-20°C.
3. Recurre a los sonidos relajantes: como las aplicaciones con sonidos de naturaleza, que ayudan a bloquear ruidos no deseados.
4. Elige a conciencia el colchón y la almohada: asegúrate de tener un colchón y almohadas que te resulten cómodos y que se adapten a tus necesidades de soporte.
5. Elimina distracciones y dispositivos electrónicos: trata de dejarlos fuera del dormitorio, o configúralos en modo nocturno para reducir la luz.
6. Usa aromas relajantes: la aromaterapia con aceites esenciales como lavanda, manzanilla o sándalo tiene un efecto calmante.
7. Mantén el dormitorio limpio y ordenado: para sentir una mayor relajación y tranquilidad.
8. Crea una rutina pre-sueño: hacer lo mismo cada noche, como leer o meditar, prepara a tu mente y cuerpo para el descanso.