¿Sientes una somnolencia que se prolonga en el tiempo?, ¿te ocurre incluso en épocas en las que duermes bien por la noche? Si ambas respuestas son afirmativas es muy probable que estés experimentando hipersomnia. Esta condición tiene un impacto perjudicial en la calidad del descanso. Pero la buena noticia es que, con herramientas como una rutina de sueño regular o invirtiendo en un colchón de calidad, se puede revertir progresivamente esta situación.
¿Qué es la hipersomnia y cómo afecta al descanso?
La hipersomnia es un trastorno del sueño en el que se produce una somnolencia aguda a lo largo del día, a pesar de haber dormido lo suficiente por la noche. Las personas que la sufren son incapaces de disfrutar de un sueño reparador y les cuesta tanto despertarse como mantenerse despiertas y en alerta ante situaciones cotidianas. Esto puede provocarles microsueños, momentos de sueño involuntario durante el día y sobre todo un gran impacto negativo en la concentración, la memoria y el rendimiento laboral o escolar.
Y según su origen, existen 2 tipos principales. La hipersomnia primaria, no relacionada con otras condiciones médicas en el que una persona puede sentir sueño excesivo sin causa aparente. Y la hipersomnia secundaria, provocada por otros trastornos como la apnea del sueño, la depresión, el uso de ciertos medicamentos o el insomnio crónico.
Relación entre colchón y la hipersomnia
Que un buen colchón juega un papel clave en la calidad del sueño es algo que siempre nos gusta destacar desde Factory Colchón. Y en el caso de la hipersomnia esto se hace aún más latente.
Aunque esta condición suele partir de causas neurológicas o médicas, un mal descanso provocado por un colchón inadecuado solo va a agravar los síntomas. Por incomodidad o por desgaste, el colchón puede motivar los despertares nocturnos y la falta de descanso reparador que provoque posteriormente la somnolencia diurna típica de la hipersomnia.
Por otro lado, un colchón que no proporcione el soporte adecuado nos llevará a sufrir dolores de espalda, cuello o articulaciones que dificultan el descanso. Y si retiene el calor en exceso por no contar con una buena regulación térmica nos podemos ver expuestos a diferentes fragmentaciones del descanso que agravan la hipersomnia, al no poder completar de manera óptima todas las fases del sueño.
Cómo elegir un colchón para mejorar el descanso en casos de hipersomnia
Entonces, ¿cuál es el mejor colchón si sufrimos hipersomnia? Un modelo 100% recomendable es el Viscolchón® Naturvisco que cumple con 3 requisitos indispensables:
- Firmeza media-alta, que minimice el movimiento nocturno y aporte buen soporte sin ser incómodo.
- Materiales transpirables, como la mezcla de viscoelástica de alta generación con una película de microcápsulas de aloe vera, con propiedades hidratantes y regenerativas.
- Adaptabilidad media-alta al cuerpo, para aliviar la presión y mejorar la circulación sanguínea.
La clave está en combinar los atributos positivos de un colchón de estas características con una higiene del sueño enfocada en potenciar la sensación de descanso y los niveles de energía a lo largo del día.
Consejos para combatir la hipersomnia y mejorar la calidad de sueño
Si tu objetivo es luchar contra la hipersomnia para mejorar la calidad del sueño, lo más recomendable es adoptar hábitos como:
- Seguir una rutina de sueño regular: para regular nuestro reloj biológico, es esencial acostarnos y despertarnos a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Y, sobre todo, evitar dormir en exceso aunque sintamos la necesidad de hacerlo.
- Optimizar el ambiente de descanso: con un colchón adecuado, que brinde un buen soporte y cuente con materiales de calidad, fijando la temperatura del cuarto entre unos 16-18ºC y bloqueando la luz a través de cortinas opacas.
- Rutina relajante antes de dormir: desde leer un libro a practicar meditación o respiración profunda hasta escuchar música suave o escribir un diario. Elijas lo que elijas es importante apagar los dispositivos móviles al menos 30 minutos antes de dormir y evitar la cafeína y el alcohol al menos 6 horas antes.
- Actividad física regular: preferiblemente por la mañana o por la tarde.
- Dieta equilibrada: elige alimentos que favorezcan la producción de melatonina, como las cerezas, las almendras o el plátano y evita las comidas pesadas antes de dormir, ya que dificultan la digestión y alteran el descanso.
- Controlar las siestas: si necesitas descansar durante el día, limita las siestas a 20-30 minutos y nunca más tarde de las 15:00h para no interferir en el sueño nocturno.
Si la combinación de estas estrategias no funciona, el siguiente paso es acudir a un especialista que trate de encontrar la causa subyacente y un tratamiento eficaz.