¿Por qué elegir almohadas ergonómicas para un sueño reparador?

En Factory Colchón, nuestra máxima es siempre la de proveer a nuestros clientes con los elementos de la más alta calidad que puedan proporcionarles un descanso reparador que les ayude a mejorar su bienestar en el día a día. En este sentido, tanto si tienes problemas cervicales como algún tipo de dolor recurrente en cuello, hombros o espalda, una almohada ergonómica marcará la diferencia, mejorando la postura e incluso la circulación sanguínea.

¿Cómo elegir la almohada ergonómica perfecta para tu postura?

La variable que debemos atender a la hora de elegir una almohada ergonómica es la posición al dormir. Y es que cada postura va a requerir un tipo de soporte diferente con el que mantener la alineación adecuada de la columna y evitar molestias en cuello y espalda.

  • Si duermes boca arriba, es necesario contar con una altura media de unos 10 cm que mantenga la cabeza alineada con la columna. La cabeza debe estar apoyada en su totalidad sobre la almohada cervical y los hombros apoyados sobre el colchón. En cuanto a la firmeza, debe ser media para dar soporte sin elevar demasiado la cabeza. Y su forma será contorneada, con una ligera curva para sujetar la nuca y aliviar la presión.
  • Si duermes de lado, la cabeza y el cuello deben estar alineados con la columna vertebral de la misma manera que si estuviéramos de pie. En este sentido, la altura debe ser alta, de unos 12-15 cm para llenar el espacio entre la cabeza y el colchón, al igual que la firmeza, para evitar que la cabeza se hunda y cause tensión en el cuello.
  • Si duermes boca abajo, no es especialmente recomendable utilizar este tipo de almohadas porque su forma puede hacer que el cuello se arquee hacia la orientación contraria y se forme una mala postura. En caso de querer probarlas, deberá ser siempre con una altura muy baja para evitar una posición forzada del cuello y de un material muy adaptable.

En cuanto a los materiales de las almohadas, los que ofrecen mayor soporte y adaptación son el látex, la espuma de gel o la viscoelástica. Y en términos de transpirabilidad, es recomendable optar por fibras naturales.

Beneficios de las almohadas ergonómicas para la salud del cuello

Las almohadas ergonómicas están diseñadas para proporcionar un soporte óptimo al cuello y la cabeza, promoviendo la alineación adecuada de la columna vertebral. En términos de salud vertical, sus principales beneficios son:

  1. Reducción de dolor en cuello y hombros: este tipo de almohadas ayudan a distribuir el peso de la cabeza de manera uniforme, evitando puntos de presión y reduciendo la tensión en los músculos del cuello y los hombros.
  2. Mejora de la postura al dormir: su diseño anatómico mantiene la columna alineada, evitando posiciones forzadas que pueden provocar contracturas o molestias al despertar.
  3. Prevención de problemas cervicales crónicos: al brindar un soporte adecuado, reducen el riesgo de padecer dolencias como la rectificación cervical, hernias discales o cervicalgia crónica.
  4. Mayor circulación sanguínea: al eliminar puntos de presión innecesarios, mejoran la circulación en la zona cervical, reduciendo la rigidez y evitando la sensación de hormigueo en los brazos.
  5. Mejor calidad del sueño: favorecen una postura cómoda y natural, lo que ayuda a conciliar el sueño más rápido y a evitar despertares nocturnos por incomodidad o dolor.
  6. Reducción de ronquidos y apnea del sueño: al mantener la cabeza y el cuello en una postura neutra, las almohadas ergonómicas facilitan el flujo de aire y pueden reducir los ronquidos o incluso mejorar síntomas leves de apnea del sueño

Tips para mantener y cuidar tu almohada ergonómica

Para alargar al máximo la vida útil de una almohada ergonómica y mantener sus beneficios para la salud, es importante seguir esta estrategia de mantenimiento:

  • Lavar la funda regularmente: 1 vez a la semana en agua fría y con detergente suave para evitar la acumulación de ácaros y bacterias.
  • Ventilar la almohada con frecuencia: 1 vez a la semana saca la almohada al aire libre o en un lugar bien ventilado, evitando la exposición directa al sol.
  • No lavar la espuma viscoelástica o de látex: este tipo de almohadas no debe sumergirse nunca en agua, ya que pueden perder su forma y firmeza. Si es necesario limpiarla, usa un paño húmedo con agua fría y jabón neutro y deja secar completamente antes de usarla.
  • Gírala de vez en cuando: aunque no sea necesario darle la vuelta como puede ocurrir con un colchón, cambiarla de lado cada cierto tiempo puede ayudar a mantener su forma y evitar el desgaste.
  • Evita la humedad y el calor extremo: mantén la almohada en un ambiente seco para prevenir la aparición de moho. No uses secadora ni la expongas a la calefacción directa.
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