A la hora de asegurarte un buen descanso, la elección de tejidos del colchón y de la ropa de cama resultan esenciales. Y en este sentido, el Tencel o Lyocell se ha posicionado como una de las fibras vegetales estrella con características clave como su suavidad, su poder antibacteriano y termorregulador y su durabilidad, que también puede fusionarse con otras fibras como la poliamida. ¡Sigue leyendo para contarte todo lo que sabemos en Factory Colchón sobre sus propiedades!
¿Qué es el tencel?
El tencel es una fibra textil de origen natural y sostenible y que se fabrica a partir de celulosa de madera, principalmente de árboles como eucalipto, haya o abeto, cultivados en bosques gestionados de forma responsable.
Beneficios del tencel
Entre las características principales que justifican sus beneficios, se encuentran:
- Proceso de producción ecológico: se utiliza un disolvente no tóxico en un sistema de circuito cerrado, lo que significa que se recicla casi el 100% del agua y los productos químicos.
- Transpirabilidad: es muy absorbente (absorbe la humedad un 50% mejor que el algodón) y permite que la piel respire, algo especialmente útil en colchones y ropa de cama.
- Suavidad: tiene una caída muy fluida, con tacto similar al de la seda o el modal. No causa irritaciones por lo que es ideal para pieles alérgicas.
- Antibacteriano: su excelente absorción evita la proliferación de bacterias, lo que lo hace ideal para pieles sensibles.
- Termorregulador: ayuda a mantener una temperatura corporal equilibrada.
- Biodegradable: al estar hecho de celulosa de madera, se degrada naturalmente sin contaminar.
- Facilidad de cuidado: se puede lavar a máquina en frío o en ciclo delicado, presenta menos arrugas que el algodón y mantiene los colores tras varios lavados.
- Durabilidad: a pesar de su suavidad, es resistente al desgaste y las fibras no se deforman fácilmente, por lo que las prendas conservan su forma durante más tiempo.
- Versatilidad: funciona muy bien al combinarse con otros tejidos como el algodón, lino, lana o sintéticos, adaptándose a muchos estilos y acabados.
Desventajas del Tencel
Aunque sus beneficios son innegables, siempre conviene tener en consideración ciertas limitaciones que presenta el Tencel, como pueden ser:
- El coste más elevado: por su proceso de producción sostenible, es más caro que otras fibras convencionales como el algodón, poliéster o viscosa tradicional.
- Sensibilidad a lavados incorrectos: aunque es resistente, puede encoger y dañarse si se lava con agua muy caliente o se seca a alta temperatura. Requiere cuidados muy específicos como el lavado en frío o delicado, secado al aire o a baja temperatura.
- Tendencia al pilling: en mezclas, si no se trata adecuadamente, puede crear bolitas con el uso y el roce.
- No llega a ser 100% libre de químicos: aunque el proceso es mucho más limpio que el de la viscosa convencional, sigue utilizando disolventes (como el NMMO) en su producción, aunque son reciclados casi por completo.
¿Tencel o algodón?
Desde el enfoque de la elección de tejidos para un colchón, en la elección entre Tencel y algodón entran en juego factores como:
La transpirabilidad y control de humedad, muy importante para evitar la acumulación de sudor, calor y favorecer un ambiente fresco y seco.
- Tencel: aporta una excelente absorción y gestión de la humedad, mantiene la frescura y es antibacteriano.
- Algodón: también es transpirable y absorbente, pero retiene un poco más la humedad y puede tardar más en secar.
Durabilidad y resistencia al desgaste, el tejido del colchón debe resistir un uso constante y lavados.
- Tencel: resistente pero algo más delicado que el algodón; puede hacer pilling y perder algo de firmeza con el tiempo.
- Algodón: muy resistente y duradero, sobre todo si es de buena calidad y peinado.
Sensación y confort al tacto, el contacto directo con la piel debe ser agradable, suave pero duradero.
- Tencel: más suave y sedoso, aporta sensación premium y fresca.
- Algodón: suave, pero con un tacto más clásico, algo menos “premium”.
Cuidado y mantenimiento, facilidad para lavar y secar sin perder propiedades.
- Tencel: requiere cuidados más delicados para mantener la suavidad.
- Algodón: más fácil de cuidar, tolera bien el lavado frecuente y temperaturas.
Como conclusión, si buscas máxima frescura, suavidad premium y sostenibilidad, y estás puedes ofrecer un cuidado óptimo al tejido, el Tencel es una opción ideal para la funda o la capa superior del colchón. Y si priorizas la durabilidad, facilidad de cuidado y un tejido probado para uso intensivo, el algodón de alta calidad (preferiblemente orgánico) será más adecuado, especialmente para capas internas o fundas resistentes